Los materiales básicos para comenzar
El papel de dibujo puede ser uno de 106 a 120 gramos. Selecciona papel de textura lisa, para que tus trazos fluyan con facilidad. Puedes comprar un cuaderno de bocetos, ya que éste es una de las cosas más importantes que un artista puede tener.
También deberemos contar con lápices de dibujo cuyas puntas sean de diferentes grosores. Las denominaciones de los lápices tienen dos letras: «H» y «B,» que corresponden a las palabras en inglés «Hard» y «Black» («Duro» y «Negro»). Debes seleccionar los de la gama H para bocetear. Son compatibles con el uso de una goma blanca, y los de la gama B son lápices más grasos y cuanto mayor sea el número, más grasa será la punta para lograr diferentes calidades de sombreado, su trazo es difícil de borrar por ello sólo se usan cuando estés muy seguro de lo que deseas hacer.
Si prefieres utilizar portaminas puede ser una buena idea pues puedes cambiar de mina de acuerdo al efecto que desees lograr. Ellas vienen enumeradas. Lo ideal para trazar es 2B; que es blanda y fluye más, oscurece más el dibujo y se puede difuminar mejor.
La goma de borrar no puede faltar. Muchos dibujos se pueden transformar gracias a ella. Sirve para dar efectos de luces y limpiar tus dibujos.
Recomendaciones para perder el miedo sobre la hoja en blanco
Realiza ejercicios de calentamiento con la muñeca en el aire, imaginando que estás dibujando. Esto te permite proyectar lo que deseas ver realizado. Podrás ensayar con tus trazos imaginarios y ubicarte en el espacio, lo cual es un tanto complejo, pero igualmente vas a adquirir soltura para lo que dibujarás posteriormente.
Debes tratar de captar un fragmento de la realidad y plasmarlo en un papel. Si tomas un pequeño marco, como el de las diapositivas y miras a través de él, podrás fijar tu atención solo en un detalle concreto. Esto te ayuda a agudizar tu propia mirada y seleccionar lo que te interese dibujar.
Dibujando los trazos en el papel
1.- Evita apoyar la muñeca sobre el papel pues perderás maniobrabilidad.
2.- No uses trazos cortos o entrecortados. Eso le resta naturalidad a tu dibujo y lo que logras es un dibujo estático y sin vida.
3.- Evita remarcar tus trazos, eso denota inseguridad en lo que estás realizando.
4.- Buscamos un trazo con confianza, limpio en una sola dirección y sin remarcar. Debes dibujar con decisión, buscando un trazo elegante, con dinamismo y carácter.
Ejercicios preliminares
Realizar trazos libres sin tener una idea de qué representar. Dibuja según vayas sintiendo el papel. Deslízate y traza aleatoriamente. Es un ejercicio de calentamiento, así que déjate llevar por el instinto. No pienses en proporciones, simplemente pon tu mente relajada y juega con tu muñeca y con el lápiz sobre la hoja en blanco. ¡Garabatea sin miedo! Esto de hará ganar confianza para tus trabajos posteriores.
Traza ahora “C” y “S” de distintos tamaños y aberturas. Hazlas de arriba hacia abajo y a la inversa, libremente, con ello podrás ir ganando soltura.
Ahora traza varias “C” en paralelo y luego abajo, igual lo harás pero invirtiendo la “C”. Unas mirando hacia la derecha y otras a la izquierda.
Traza también rectas paralelas en horizontal, vertical y diagonal
Traza dos líneas que se encuentren en un extremo. En el centro de ambas líneas, dibuja una hilera de puntos. Ahora mueve tu muñeca en círculos intentando no salirte de las líneas. Verás cómo vas logrando una sensación de tridimensionalidad y de volumen que luego necesitarás saber cómo lograr.
Ahora traza cuadrados y rectángulos sin levantar la mano y de un solo trazo
Por último, traza círculos y elipses de diversos tamaños tal como lo hiciste con los cuadrados moviendo tu muñeca con soltura. No hagas sus líneas del mismo grosor o intensidad de trazo pues se verá estático.
Comienza a dibujar
Selecciona un tema sencillo, por ejemplo un paisaje.
Puedes empezar con un lápiz 4H, que es un lápiz duro y nos permite realizar trazos tenues que posteriormente podrás borrar sin problemas, si así lo deseas.
Si en el paisaje que quieres dibujar hay montañas o una casa o una iglesia, por ejemplo, debes trazar primero el contorno de esa estructura que quieres representar. Y vas observando qué detalles constituyen aquello que deseas dibujar para ir incorporándolos poco a poco con tu lápiz.
Comenzamos a sombrear
Te recomendamos en primer lugar que siempre tengas un papel blanco debajo del canto de tu mano, para que a medida que vas trabajando, no manches o ensucies de negro tu dibujo.
Para empezar a sombrear es muy importante que observes muy bien lo que estás representando, e imagines por dónde estará la mayor entrada de luz. Esto te dará pistas para saber donde debes colocar las sombras más claras y dónde oscurecer. A esto se le llama valorización. Este proceso es lento y te puedes apoyar de un lápiz 5HB.
Vas a ir sombreando con líneas diagonales en una misma dirección y en los sectores que desees dar más oscuridad vas a trazar las diagonales en sentido contrario para ir creando tramas.
Si hay elementos lineales tales como ramas de árboles o plantas, trázalas y luego con el mismo lápiz puedes dar volúmenes al follaje. Usando lápices de distintas durezas conseguirás que lo que está en primer plano, se vea más marcado que lo que quieres que se vea en planos lejanos.
Esta variedad de matices en la escala de grises permite que le des profundidad a tu dibujo.
Dirección de las líneas
Ten en cuenta que en las estructuras que son estáticas, como por ejemplo una casa, debes emplear líneas verticales y horizontales pero en todo lo que quieres dar efecto de movimiento, como agua, árboles, cabellos en caso de que dibujes un animalito o figura humana, debes emplear líneas más libres tales como curvas, ondeadas, espirales y quebradas, moviendo tu mano casi de modo aleatorio.
Trazando perspectivas
Traza dos líneas verticales paralelas. Deja en la parte inferior del papel la abertura más ancha y en la parte superior del papel, las líneas se van encontrando. No las dejes muy juntas pero si calcula que entre ellas haya una mínima separación. Estas dos líneas serán la base de tu perspectiva.
A los lados de estas líneas con mano muy libre dibuja la vegetación usando los trazos que te hemos indicado anteriormente en diagonal o curvas. Posteriormente agrega personajes a la escena.
Ve agregando capas de líneas, oscureciendo lo que está en primer plano.
Agrega al fondo las montañas. Debes dejarlas muy tenues para que se vean en la lejanía.
Fíjate que todo se centra en las paralelas que has trazado al inicio y en la fuerza de los trazos que uses para los primeros planos y para los que se van alejando. Cuanto más lejos esté lo representado, más tenue debe ser en tonalidad.
Con estos sencillos pasos puedes comenzar a soltarte. Son dibujos muy sencillos, con lo que te insistimos es que tengas confianza en lo que estás haciendo y que sepas aceptar que al principio no te saldrá perfecto pero la perfección se va logrando progresivamente.