El amarillo posee una misteriosa dualidad en sus significados

El amarillo es conocido como uno de los tres colores primarios, junto con el azul y el rojo. A partir de sus combinaciones podemos obtener los otros colores que completarían la paleta del círculo cromático.

Este color se caracteriza por ser el más claro del trío. Como consecuencia, la más mínima combinación con cualquier otro causa un cambio altamente visible en él. Por ejemplo, la cercanía con el blanco le ilumina intensamente. En contraparte, al mezclarse con el negro, se torna un tono más “sucio” dando una sensación completamente diferente. Por otro lado, si dejamos que el amarillo se posicione junto al negro su intensidad vuelve, resaltándose considerablemente.

Para algunas personas, el amarillo es el color para reflejar la inteligencia, la alegría, lo intelectual. También se asocia con Sol y el oro. Puede transmitir energía vibrante, optimismo y alegría.

Para otros, es envidia y cobardía. Es el color de la mentira, la traición y el adulterio. En algunos cuadros se ha usado e sus tonos pálidos para representar deterioro y enfermedad.

¡Tan dual es su significado!

El amarillo en la historia

El pigmento color ocre es uno de los primeros que hallamos en la historia del arte, presente desde el arte rupestre prehistórico. En las cuevas de Lascaux en Francia, encontramos una pintura de un caballo amarillo elaborada con arcilla. Dicha pintura tiene 17.000 años de antigüedad.

El color amarillo a través de la historia antigua se ha asociado con diversos significados, de acuerdo a las diferentes culturas. Curiosamente, algunas han coincidido en una buena parte de ellos. Para los egipcios, era una forma de representar el oro, al cual se le atribuían las propiedades de indestructibilidad y eternidad. Por esta razón, las tumbas eran decoradas usando abundante color amarillo ocre. Este pigmento era obtenido a partir de oropimente, un mineral compuesto de arsénico y azufre. Con este pigmento representaban las pieles de las mujeres.

Abundancia y falsedad

Los romanos, por su parte, también usaron pigmentos de este color para representar la piel, la riqueza y el oro en sus murales. Esto lo podemos evidenciar claramente en algunos murales de Pompeya. Por su parte, en el cristianismo, estaba asociado con las Llaves de Oro del Reino. Sin embargo, se usaba para marcar a los herejes, al relacionarlo con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesucristo. Por esta razón se le adjudicó el significado de traición, celos, envidia y falsedad.

Por otro lado, en China este color estaba reservado para la realeza, siendo que solo el Emperador y su familia podían hacer uso de este, pues representaba la gloria, la sabiduría, la abundancia y la felicidad.

Una marca en amarillo

Durante el Renacimiento, en los siglos XV y XVI, se inició la costumbre de marcar a los practicantes de otras religiones diferentes al cristianismo, usando el color amarillo. En algunos países como España, los acusados de herejía debían presentarse ante la Inquisición, usando capas de dicho color.

En Alemania, una ordenanza obligó a las prostitutas a llevar pañuelos amarillos en la cabeza. Las madres solteras debían llevar un gorro del mismo color, y los caballeros que poseían deudas, un trozo de tela cosido a la ropa.

Luego, en el siglo XX, los nazis obligaban a los judíos a portar una estrella amarilla para identificarse.

El motivo de esto es más que simple. El color amarillo es muy difícil de esconder y visible por demás, incluso en la oscuridad.

Entonces, ¿cómo podemos interpretar este color?

Un color con su propio contraste

Ya hemos dicho que las connotaciones que se le han otorgado a dicho color a lo largo de la historia son tan variadas como contrastantes. Alexander Theroux, en su libro “Los colores primarios” (The primary Colors) lo expresa de forma precisa con estas palabras:

“Pocos colores producen en el observador una tal sensación de ambivalencia o dejan en él connotaciones y contradicciones tan potentes y viscerales: deseo y renuncia; sueños y decadencia; luz brillante y superficialidad. Oro aquí y aflicción allá. Una dualidad de opuestos parece misteriosamente constante.”

El amarillo para los grandes pintores

Para Van Gogh el amarillo era un color maravilloso, que transmitía vitalidad y belleza, por esta razón le entusiasmaba enormemente usarlo en sus cuadros. En contraparte, pintores como Egon Schiele y Otto Dix lo consideraron mustio, envejecido, un color para acompañar la enfermedad o incluso la muerte.

Por su parte, Edgar Degas usa el color amarillo para iluminar la pintura, dándole al mismo tiempo volumen y movimiento. Un ejemplo perfecto de ello lo podemos apreciar en sus múltiples cuadros de bailarinas, donde la vitalidad y versatilidad de la composición hablan por sí mismas.

¿De dónde viene la palabra amarillo?

Según algunos estudios, la palabra “amarillo” proviene del árabe “ambari” que se refiere al color ambarino. Otros sostienen que su origen está en el latín “amarus”, cuyo significado sería triste o amargo.

Sin embargo, algunas teorías encuentran su origen más bien en el griego “amarysso”, que sería resplandor o brillo.

¿Podría ser esta la razón que este color posee tantas interpretaciones?

¿Un color susceptible?

Tal como hemos visto hasta ahora, podemos afirmar que el color amarillo está definitivamente atado a la contradicción. Ya que sus significados pueden estar sujetos bien a la intensidad de brillo u opacidad, como resultado de la mezcla con los demás colores, especialmente negro o blanco. Finalmente, también dependerá de la susceptibilidad de quien lo utiliza, y luego a su vez el público que le interpretará.

Según la psicología del color

Según la psicología del color, estos son capaces de producir estados de ánimo. Incluso se piensa que podrían influenciar la conducta del individuo. En el caso del amarillo, podemos establecer ciertos criterios.

• Difícil de observar. Al ser un color de brillo intenso, es posible que cause algo de fatiga visual.
• Capta la atención. Por esta razón es usado en señalizaciones y advertencias.
• Enérgico. Algunas personas aseguran que puede acelerar el metabolismo.
• Irritabilidad. Se sabe que los bebés tienden a llorar más en habitaciones pintadas con este color, y las personas son más propensas a sentir frustración e incluso ira en la misma situación.
• Calidez. en contraparte, es un color relacionado con la alegría y el entusiasmo.
• Creatividad. Muchos entendidos sostienen que este color es un estimulante que agudiza la percepción e invita a la reflexión, lo que se traduce en un pensamiento más rápido y productivo.
• Racional. Más alejado de la emotividad, este color se asocia más a lo racional, la lógica e incluso la autocrítica.

¿Cómo usar el color amarillo?

Ahora que conoces la dualidad de sus significados, tal vez te sientas listo para descubrir el alcance de este vibrante color. En ese caso, no olvides que puedes jugar con sus distintas tonalidades, dependiendo de las combinaciones a las que le sometas. Toma esto en cuenta a la hora de decidir donde aplicarás el amarillo en tu proyecto.

Para concluir, te dejamos algunos datos curiosos:

• El color amarillo es muy usado por las cadenas de comida pues se asocian fácilmente a este tipo de servicio.
• Los taxis lo usan para destacarse entre los demás vehículos.
• Al colocar varios colores en contraposición con el negro, el primero en llamar la atención será el amarillo.
• Se usa con éxito para promocionar productos para niños o de entretenimiento.
• En el diseño de páginas web, suele usarse para destacar los elementos de mayor interés.
• A pesar de que uno de sus significados es la riqueza, no es recomendable usarlo para promocionar productos lujosos para caballeros.

¿Cuéntanos para qué usarías este polifacético color?