Trabajar con la imagen trae consigo elementos muy diversos que podrían cambiar según su tipología, desde las líneas, las formas, texturas, volúmenes y composición. Sin embargo, no importará a cuál de ellas nos referiremos, siempre existirá la sensibilidad que transmita. Los elementos básicos de la fotografía se distinguen por su técnica, aunque conserven los ya mencionados, similares al dibujo con el que se puede aprender desde cero, e incluso a la pintura.
Elementos básicos de la fotografía para principiantes
El secreto de la fotografía lo encontramos en sus elementos básicos, los cuales no se pueden dejar de lado si estás pensando en iniciar en la fotografía. Sin importar si deseas ser profesional o un simple amateur, es fundamental conocer el triángulo de exposición, y con él otros tantos elementos importantes para capturar imágenes correctamente expuestas.
A pesar de que la fotografía es un mundo muy amplio, consideraremos los siguientes elementos básicos de la fotografía, la raíz desde la que es necesario partir para comprender cómo capturar imágenes que no sean ni sobreexpuestas, ni subexpuestas, además de mantener un enfoque correcto:
- Exposición
- Triángulo de exposición.
- ISO.
- Velocidad de obturación o tiempo de exposición.
- Apertura o diafragma.
Exposición fotográfica
Uno de los principales elementos básicos de la fotografía que debes conocer es la exposición. No en vano se suele decir que “la fotografía es pintar con luz”; es por esta razón que es de gran importancia la exposición, considerando que se trata de capturar la luz.
Existen varios elementos esenciales a analizar como primordiales de la exposición fotográfica: el ISO, la apertura y la velocidad de obturación. Lo principal que hay que considerar al momento de capturar una imagen, es la cantidad de luz determinada que debe entrar por el sensor de la cámara para obtener un óptimo resultado.
Una imagen fotográfica ideal es aquella que esté correctamente expuesta; debe tener la cantidad de luz necesaria para lograr leer todos los detalles de luces y sombras, sin que se pierda ninguno de ellos.
A pesar de que en la fotografía no existan imágenes correctas o incorrectas de manera absoluta, tomando en cuenta especialmente las consideraciones artísticas del fotógrafo, resulta necesario centrarnos en estos elementos que permitan entender con claridad lo que se expone en una fotografía.
Triángulo de exposición en fotografía
Si la fotografía tiene un bastón que la sostenga, este sería el triángulo de exposición. Si aún no lo comprendes resultará imposible definir tu estilo fotográfico, ya que no en vano se encuentra en todas las guías de fotografía. Se trata de conectar tres elementos fundamentales que deben permanecer en equilibrio para, finalmente, generar una exposición correcta: el ISO, la apertura y la velocidad de obturación.
En este sentido, será necesario conocer con detalle tu cámara para lograr ajustar cada uno de ellos en pro de lograr el equilibrio deseado. Sin embargo, es necesario conocer cómo funcionan, para qué se usan y qué cambios obtenemos al modificarlos.
El ISO – uno de los elementos básicos de la fotografía
Uno de los elementos básicos de la fotografía estrechamente relacionado a la exposición, y que además forma parte del triángulo de exposición, es el ISO. Este, funciona aumentando la información de luz que captura el sensor de nuestro equipo fotográfico.
El efecto que esto causa sobre la exposición es significativo, considerando que mientras mayor sea el ISO, mucha más luz tendrá tu fotografía, mientras menor sea el número de ISO, más oscura será la imagen.
Asimismo, el segundo efecto que tiene el ISO sobre la fotografía es importante. Se trata del llamado ruido digital, antes conocido como granos (en la fotografía analógica). Mientras mayor sea el número de ISO que coloques con la finalidad de obtener más luz, tendrás al mismo tiempo un efecto considerable de ruido. Los niveles básicos de ISO son los siguientes:
- ISO 100
- 200
- 400
- 800
- 1600
- 3200
- 6400
A pesar de que hoy día muchas cámaras logran llegar a un mayor número, la configuración de la cámara dependerá directamente de la luz que tenga disponible. Si estás disparando fotografías nocturnas, será necesario hacer uso de mayor ISO. Aunque luego podrás combinarlo con la velocidad de obturación y la apertura, según los resultados que deseas obtener.
Sin embargo, es necesario mantener un equilibrio. Si tu caso es el mencionado, pero quieres evitar el ruido que genera el ISO, podrás usar tiempos de exposición (velocidad de obturación) lentos, ayudándote con un trípode que sostenga tu cámara mientras el sensor está abierto capturando la imagen.
Velocidad de obturación / tiempo de exposición
El tiempo de exposición, también llamado velocidad de obturación, está relacionado al tiempo en el que el obturador de la cámara permanece abierto (con la finalidad de capturar la luz) y finalmente hacer la magia fotográfica.
El impacto que la velocidad de obturación tiene sobre la exposición es muy significativo. Mientras más corto sea el tiempo de exposición, el resultado de la imagen podrá ser más oscuro; pero si por el contrario es más larga, mayor luz entrará al sensor, y como resultado será una foto muy clara.
El elemento básico de la fotografía que nos permite capturar el movimiento, es la velocidad de obturación, lo que resulta fundamental en algunos géneros fotográficos, como la fotografía de animales, o la fotografía deportiva, entre otras. La forma para lograr medir el tiempo de exposición es a partir de segundos y fracciones de segundos al seguir alguna frecuencia como la de la imagen:
En efecto, los ajustes que decidas realizar en torno a la velocidad de obturación, dependerá de los resultados que desees obtener. Puedes congelar el movimiento disparando en tiempos de exposición rápidos, o capturar más luz a modo de destellos con velocidades más lentas.
Apertura o diafragma como uno de los elementos básicos de la fotografía
El tercero y último de los elementos básicos de la fotografía que forman parte del triángulo de exposición es la apertura, también llamada diafragma. Se trata de aquella que controla la cantidad de luz que pasa a través del lente hacia el sensor. Su función es similar al comportamiento de nuestras pupilas.
Su efecto es directo hacia la exposición, mientras más abierta sea la apertura, mayor será la cantidad de luz que pasará, mientras más cerrada se encuentre, menor será la cantidad de luz que entre. En este sentido, no se deben dejar de lado ni la profundidad de campo, ni la nitidez, las cuales juegan un papel de gran importancia en la fotografía.
Los valores que se muestran como apertura o diafragma se reflejan como F-stop. Mientras el número sea mayor, más estrecha la apertura de luz será, y a la inversa. La secuencia que sigue es similar a esta: “f/1.8, f/5.6, f/22” esto puede variar según el tipo de cámara u objetivo que tengas.
Asimismo, la apertura de diafragma causa cambios considerables sobre nuestra imagen. Mientras menor sea el número de diafragma, más abierto estará el sensor, por lo que entrará más luz, generando profundidad de campo. Esto se observa en aquellas imágenes cuyo fondo se encuentra difuminado.
Si los resultados que deseas obtener son fotografías sin profundidad de campo, tendrás que cerrar el diafragma, sin olvidar que será menor la cantidad de luz que entrará, así que tienes el riesgo de que tu fotografía sea muy oscura.
Por esta razón es fundamental trabajar el triángulo de exposición como si de un equipo se tratara, porque tendrás que bajar el tiempo de exposición, y posiblemente aumentar el ISO. Lo ideal es que, si es lo que deseas, realices esta fotografía un día muy soleado para evitar una posible subexposición. ¿Listo para salir a tomar las mejores fotografías?
Puede ser que en el imagen sobre profundidad del campo se equivocaron y pusieron «estrecha» y «profunda» en el lugar equivocado/inverso ?