Sanguina: una técnica a tres colores con resultados impresionantes

La Sanguina es una técnica de dibujo muy antigua, que obtiene su nombre dado que se basa en el uso de un tipo de óxido férrico (hematites), cuyo color rojizo asemeja a la sangre. Las presentaciones en las que se puede utilizar, y que encontrarás a disposición, son lápiz, barra o polvo, cada una de ellas con distintas tonalidades que van desde el rojo naranja hasta el marrón pardo, pasando por el granate intenso.

Antiguamente, era conocida como Sinopia, ya que la hematites provenía precisamente de la ciudad turca de Sinope. Fue muy utilizada en el renacimiento, aunque no era considerada una técnica de dibujo, sino más bien una herramienta con la cual se realizaban los esbozos de la que luego sería la obra de arte.

En el siglo XIV fue cuando comenzaron a apreciarse realmente los dibujos con sanguina, ya que estos poseen como características más resaltantes los juegos de luz y sombra definidos y un toque realista y mágico. De allí que esta técnica se volvió la predilecta para el dibujo de retratos y desnudos que busquen más realismo.

Sanguina

¿En qué consiste la técnica de sanguina?

Lo primero que resalta de la técnica de la sanguina es el uso de matices dentro de la gama del color rojo. A pesar de parecer monocromática, tiene la capacidad de ofrecer tonalidades muy diferentes que al combinarse otorgan a los dibujos un acabado realmente hermoso. Los distintos tonos se logran gracias a los diferentes tipos de polvo de hierro que se emplean para fabricar las barras, pero también de acuerdo a la forma en que el material es aplicado.

Se conoce como una técnica en seco, ya que es similar al carboncillo, aunque notarás en seguida que tiene un acabado muy diferente. Si eres amante del dibujo y quieres domina todas las técnicas, la sanguina seguramente se convertirá en una de tus predilectas.

Ahora bien, la sanguina tiene una particularidad y es que también puede aplicarse con pincel. En este caso, el polvo se mezcla con una poca cantidad de agua logrando una pintura con una densidad suave que ofrece un estilo completamente diferente. Dicho esto, notarás que la sanguina es muy versátil. Pero aún hay más en esta técnica de dibujo.

Retrato de da Vinci a la Sanguina

La sanguina a tres colores

Seguramente hasta este momento has notado que solo hemos hablado del rojo y sus matices, por lo que la expresión “sanguina a tres colores” no parece tener sentido. Esta técnica, también conocida como “Tres Couleurs” consiste en combinar las maravillosas bondades de la sanguina con la presencia del negro y el blanco.

Puedes agregar estos nuevos tonos valiéndote de tiza, tinta o lápiz, e incluso combinándolos entre sí. Los dibujos realizados con la técnica de Sanguina Tres Couleurs adquieren un realismo impresionante, con tan solo el uso adecuado de estos tres colores.

Esta no es una técnica sencilla y requiere mucha práctica y preparación. Así que, si decides crear algunos trabajos con sanguina, elige al principio motivos simples. Jarrones, flores sencillas, figuras geométricas, insectos y cualquiera que sientas que te resultará fácil. Poco a poco, conforme aprendas los trucos para dominarla, puedes ir aumentando la dificultad.

Dibujo en Sanguina

¿Cómo dibujar con sanguina?

Lo mismo que cualquier técnica de dibujo, la sanguina cuenta con algunos consejos para poder aprender a manejarla y disfrutar de sus maravillosos resultados. Para empezar, debes elegir la presentación que más se ajuste a tu estilo. Usualmente, el lápiz es el más versátil y sencillo, ya que permite una aplicación de trazos finos, que pueden engrosarse fácilmente.

Para los que han utilizado el carboncillo o la tiza, lo ideal es la barra o cilindro, pues dominan las distintas maneras de obtener trazos diferentes a partir de esta presentación.

La sanguina acepta cualquier tipo de papel, pero los artistas recomiendan elegir las superficies más lisas, para aprovechar mejor los trazos lineales y los efectos que proporciona este material.

Comienza con un boceto a lápiz

Antes de usar la sanguina, realiza un esbozo sencillo de tu dibujo, valiéndote de un lápiz de grafito y trazos claros. Recuerda apoyarte con las figuras geométricas para lograr la composición básica de tu figura. Una vez que lo tengas listo, agrega solo los detalles que necesites para ubicarte en cuanto a las proporciones y estética.

Cuando estés satisfecho con el resultado, toma tu lápiz de sanguina y repasa las líneas principales del dibujo, y en esta oportunidad, dale más atención a los detalles. Es momento de marcas las zonas donde habrá más sombra. Verás cómo va cobrando vida tu obra de arte.

Sanguina

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Mayor o menor intensidad

Para lograr que el tono de rojo tenga la intensidad que deseas, te recomendamos comenzar por dar trazos con poca fuerza. Así podrás ir aumentando paulatinamente hasta lograr exactamente el color que esperar para tu dibujo.

Los trazos deben ir en líneas paralelas, de acuerdo al sentido del dibujo, luego, para crear más sombra, cruza las líneas en los puntos donde consideres que debe estar más oscuro. Después de esto, poco a poco irás fundiendo las tramas, alcanzando este efecto uniforme y realista.

Creando un fondo con sanguina

Algunos artistas trabajan directamente sobre superficies con colores claros, como el gris y crema, para jugar con la luz y la sombra propias de esta base. Pero para darle un toque de profundidad a tu dibujo con sanguina lo mejor es usar el mismo polvo de este pigmento y difuminarlo, realizando pequeños círculos envolventes.

Cubre suavemente toda la superficie alrededor de tu figura central, y para los bordes utiliza un lápiz difumino, evitando pasar los límites de las líneas.

Un dibujo con mucho realismo

Los dibujos realizados únicamente con sanguina son increíblemente realistas, pero al agregar el negro y el blanco, simplemente pareciera que saltan fuera del papel. Aplica ambos colores para jugar con los tonos del rojo, o dale puntos de luz y sombra más marcados a las zonas que así lo requieran.

Dominar este resultado a la perfección toma tiempo, así que ten paciencia y disfruta de cada dibujo. Realiza tantos como desees, hasta que descubras tu forma de aplicar la técnica y quedes totalmente satisfecho con tu obra final.

Un último consejo, no tires tus primeros dibujos con sanguina. Después de un tiempo, seguramente te encantará comparar cuanto has avanzado.

Retrato en Sanguina

Grandes artistas y sus dibujos con sanguina

La sanguina fue una técnica muy usada en el renacimiento, siendo Leonardo da Vinci el primero de los artistas de renombre en manejarla y haciéndola popular. Uno de sus dibujos más reconocidos es un autorretrato realizado a la sanguina.

Otros grandes artistas que realizaron dibujos a la sanguina fueron Claude Monet, Miguel Ángel, Pierre Renoir, Édouard Manet, Morisot y Charles Le Brun. Para muchos de ellos, la sanguina era una técnica mayormente utilizada para los bocetos, por lo que los dibujos que han sido recuperados son un verdadero tesoro.

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