Hoy en día son muchas las cosas que se realizan a partir del plástico. Pero algo que nos llama la atención es cómo hacen las empresas y particulares para lograr crear una variedad tan amplia de pequeñas piezas de este material, especialmente con tantos detalles.
La respuesta es muy interesante, ya que incluye la creación de moldes especiales, entre los cuales destacan los de inyección. En cuanto a los materiales, el predilecto suele ser el termoplástico, gracias a sus excelentes características. Para conocer la opinión de expertos, te invitamos a visitar https://www.plasticman.es/, conocedores con gran experiencia en este sector.
Bien, ahora que sabemos cuáles son la técnicas y materiales más populares, falta conocer el proceso. Es decir, ¿Cómo se producen las pequeñas piezas de plástico? Es momento de contarlo.
Inyección de plástico, la técnica más empleada
La inyección de plástico es un procedimiento que existe ya desde el siglo XIX, pero gracias a su eficiencia sigue siendo el predilecto para la elaboración de una gran variedad de piezas.
Este método permite la creación de objetos en gran cantidad y de manera rápida, además a un costo menor que otras técnicas. Por si fuera poco, esta forma de reproducción de piezas de plástico puede lograr productos muy detallados y personalizables. Todo depende del cuidado puesto en el desarrollo de moldes de inyección, para que al final del proceso obtengamos la calidad deseada.
¿Cómo es el proceso de inyección de plástico?
Tal como lo indica su nombre, el proceso consiste en inyectar el plástico directamente en el molde, a través de los agujeros destinados a este fin. Ahora bien, para conocer realmente cómo se elaboran estas piezas debemos comenzar por el principio, que es la creación de dichos moldes.
Creando el molde de inyección
Para crear un molde se comienza por el diseño de la pieza. Es decir, que se plasma la idea de lo que se desea construir en un papel. El esbozo debe incluir varios ángulos del objeto en cuestión, medidas y proporciones, y estas deben ser detalladas.
En la segunda fase pasamos a generar un prototipo, basándonos en el diseño. O lo que es lo mismo, se construye una figura en 3 dimensiones, con las medidas y especificaciones que deseamos encontrar en el producto final.
Por lo general se elaboran varias propuestas, para poder seleccionar aquella con la que estemos más satisfechos. Es fundamental que el prototipo sea muy preciso, pues estos detalles pasarán al molde y luego a las piezas de producción masiva.
Una vez que se ha elegido el prototipo ideal, se elabora el primer molde. Por lo general son de acero o aluminio. Entonces, se pasa a la fase de pruebas.
Probando el molde para inyección de plástico
Esta etapa es de suma importancia, ya que está más cerca del producto final. Aquí se toma en cuenta el tipo de plástico que se ajusta adecuadamente al ideal deseado, el acabado de la pieza, los detalles, e incluso la visibilidad de las marcas de las junturas del molde.
Este es el momento de valorar el producto y hacer las correcciones que se consideren en el molde. Una vez que se está conforme, será la hora de comenzar con la producción masiva.
El molde consiste en dos partes que al juntarse dejan un espacio hueco en su interior. Este parte interna tiene las formas del prototipo grabadas para que al vaciar el material, en este caso el plástico, el mismo copie la figura de forma exacta. De allí la importancia de los detalles en el diseño, que hemos mencionado anteriormente.
El vaciado del plástico
Una vez terminado el molde, quedando satisfechos con el resultado de las piezas, comienza el trabajo de producción.
La técnica consiste en juntar las partes del molde, las cuales deben ajustar a la perfección, sin permitir que el líquido se salga por las junturas. Luego llega el momento de usar el plástico.
Este material se presenta por lo general en forma de gránulos, los cuales se funden dentro de la máquina de inyección, a una temperatura bastante elevada. A continuación, tal como su nombre lo indica, se inyecta el plástico líquido.
Es fundamental asegurar que no queden burbujas de aire o se perderá parte de la calidad de la pieza al final. Para ello, la máquina introduce el líquido a una presión lo suficientemente alta.
Una vez que todo el molde está completamente lleno, pasa por un proceso de enfriamiento que termina por solidificar la pieza que espera dentro del mismo.
Liberando la pieza
Al enfriarse el molde, estamos listos para liberar la pieza. Esto se logra separando las partes cuidadosamente. El resultado será un producto detallado, listo para producirse en grandes cantidades.
Algunos detalles pueden personalizarse, como por ejemplo, los colores o incluso agregar pigmentos con purpurina. De esta manera se reproducen una gran variedad de artículos que van desde envases, instrumentos médicos, piezas automotrices y de tecnología, y juguetes. Todo dependerá del tipo de plástico que se utilice.
¿Por qué el termoplástico es el más popular?
En primer lugar, el termoplástico es reutilizable. Lo que quiere decir que, una vez lista la pieza esta puede destruirse para ser fundida nuevamente y usada para crear una nueva. Este reciclaje es posible realizarlo una gran cantidad de veces antes de que el plástico pierda sus propiedades.
En segundo lugar, existen varios tipos de termoplástico, los cuales pueden manipularse para una amplia gama de productos, de acuerdo con sus características. Por ejemplo, el ABS es muy común en juguetes, dada su ligereza y resistencia. Mientras tanto, el nailon, por sus cualidades conductoras es muy utilizado en dispositivos industriales.
El policarbonato lo encontramos presente en la elaboración de gafas de sol y deportivas y el polipropileno es ideal para utensilios de cocina y envases de alimentos. Finalmente, el polietileno, uno de los que más usos ofrece y de mayor reciclaje.
Como podemos observar, el proceso de creación de piezas plásticas por inyección es beneficioso para la economía y para el planeta, ya que genera muy pocos residuos y está abierto al reciclaje de materiales.