La Proporción Áurea y su omnipresencia en la naturaleza

A lo largo de la historia, la proporción áurea ha sido adoptada por la humanidad para aplicarla a lo que miramos a diario, edificios, diseños, múltiples proyectos, fotografía, e incluso en las artes plásticas. Si Leonardo Da Vinci no hubiera estudiado con tanta veracidad cada elemento anatómico, así como las matemáticas, no hubiéramos tenido hoy día obras tan exactas, imitando a la naturaleza.

Así como Da Vinci, muchos otros artistas comprendieron que esa proporcionalidad ante el hombre era completamente necesaria para lograr obtener una armonía visual, todo ello para que lograra realzar una verdadera belleza en cada una de las cosas, aunque hayan sido finalmente creaciones humanas.

Más allá de estas creaciones, muchos elementos singulares, y que además se relacionan con la proporción área, las podemos observar en la naturaleza, especialmente en algunas plantas.

Definiciones de la proporción áurea

Son muchos los nombres y definiciones que se le han asignado a la proporción áurea, desde el número dorado, el número de oro, número phi, número áureo, razón área, sección áurea, razón dorada, divina proporción o medida áurea.

Esta, a su vez, es representada por la letra griega Phi = 1,618034, esto es así gracias al escultor griego Fidias, a quién se le hace honor. Este número phi posee múltiples interesantes propiedades, considerando además que su descubrimiento surgió en la antigüedad, precisamente como una proporción o relación, no como unidad.

¿Qué es la proporción áurea?

El conocido Fibonacci, cuyo nombre real era Leonardo Pisano, fue un matemático italiano muy famoso. Fue él quien se dedicó a la divulgación del sistema de numeración árabe por toda Europa (1, 2, 3, 4…), con un valor nulo conocido como (cero – 0), y con base decimal.

Sin embargo, el descubrimiento realmente grande de este matemático italiano fue el llamado Sucesión de Fibonacci, siendo precisamente el que le dio sentido a la proporción áurea especialmente en el arte.

La Sucesión de Fibonacci para llegar a la proporción áurea

La Sucesión de Fibonacci, como serie numérica, llega a ser una infinita serie en la que al sumar dos números consecutivos, genera el resultado del número siguiente, por ejemplo 1+1 = 2 / 13+21 = 34.  En este sentido, cada pareja se relaciona entre sí. Al dividir cada uno de ellos entre el número anterior, da como resultado el aproximado al número áureo. Esto se comprende mejor de forma gráfica.

  • La secuencia numérica antes ejemplificada podría trasladarse a un rectángulo. Al realizarlo, nos encontramos con lo siguiente:
  • Luego de ello, continuamos con la división según la sucesión de Fibonacci:
  • Al hacer la unión de distintos vértices son tan solo una línea, observaremos la conocida como Espiral de Oro. Esta es precisamente la que se halla presente en la naturaleza, dando como resultado esa natural proporción. Además, es usada constantemente por todos los creadores visuales.

La proporción áurea y la naturaleza

La proporción áurea ya explicada, la cual se encuentra simbolizada por la llamada sucesión de Fibonacci, como un formal instrumento de la creación. Como hemos visto tan solo un ejemplo de ello, ahora podemos mirar a nuestro alrededor y con detalle, observaremos formas en la naturaleza bajo este mismo principio.

La proporción áurea en conchas de animales marinos

Quizás la figura más evidente de la proporción áurea en la naturaleza, la observamos en el interior de las conchas de animales marinos tales como los nautilos. Efectivamente, existen diversas subespecies de este molusco cefalópodo, y muchas especies de esta familia de Nautiliade. Pero por ser esta la más conocida, solo basta observarla para comprender.

La proporción áurea en plantas

El número dorado se encuentra presente en la mayoría de las plantas, especialmente en muchas de sus hojas. En cada una de sus formas se encuentra de manera diferente, donde el cálculo matemático tendrá un real protagonismo para hallarlo según cada caso.

Aloe Polyphylla.

Cada una de sus hojas presenta armonías claras según la expresión de proporción áurea. Solo basta con mirarlas, y así la comprenderemos.

Olmo de montaña. Ulmus glabra.

La proporción áurea en flores

Si en las hojas de muchos árboles logramos encontrar la proporción áurea, aún más en las hojas de muchas flores. Los girasoles parecen ser los más evidentes, aunque también muchas otras. Solo hay que acercarse y mirar con detalle cada una de ellas, y seguro encontraremos en muchas más de lo que imaginamos.

Girasol.

De igual manera podemos encontrar la proporción áurea en margaritas, rosas, crisantemos, caléndulas, flor de loto, dalias, lirios, campanillas, corazón sangrante, peonías, anturios, cala o lirio de agua, clavel, ranúnculo, camelia y muchas más.

Ranúnculo.

La proporción áurea en frutas

La piña es una de las frutas que contiene presente espirales presentes en su corteza, especialmente si la miramos desde abajo. De igual manera si picamos una manzana a la mitad, ahí notaremos también la proporción áurea. En un aguacate picado a la mitad y aún con la semilla, igualmente.

Piña.

En el tomate, los pepinillos, entre otros que de igual forma cortemos a la mitad, lo notaremos. El kiwi es muy evidente al picarlo a la mitad; así como estos, muchos otros.

Manzana.

La proporción áurea en verduras

En múltiples verduras encontramos también los rastros evidentes del número de oro, tal como en las hojas de la alcachofa, por ejemplo. E incluso en una curiosa col de la familia del brécol y la coliflor, llamado romanesco. No en vano es tan peculiar su estética que se hace agradable visualmente.

Pareciera un elemento decorativo no solo por su hermoso color verde, sino por su estructura cónica. Solamente basta mirarlo desde arriba, como para encontrar su proporción área. Así que cuando consumamos tanto alcachofas, como romanesco, quizás queramos cambiar la perspectiva visual, y sacar un número áureo de ellas.

Romanesco.

La proporción áurea en el arte

Como ya mencionamos antes, la proporción áurea se ha aplicado desde la antigüedad por el hombre en diversas construcciones arquitectónicas, y en el arte en general. Los griegos fueron uno de los primeros en aplicarla en sus construcciones.

En este sentido, la belleza definitiva solo iba a lograrse mientras más específica estuviese en cuanto a proporcionalidad. Quizás por ello muchas ruinas aún se conservan, gracias a la precisión generada en cada una de sus construcciones. Algunas de ellas son las siguientes:

  • El Partenón en Atenas posee una perfecta relación entre sus partes. Es evidente con tan solo mirar el techo del templo, así como las columnas.
  • La Gran Pirámide de Giza es otra por la relación que existe entre sus formas.
  • El pintor surrealista Salvador Dalí lo dejó explícito en Leda atómica de 1949.
  • El Arte povera como movimiento pictórico italiano, basó diversas obras en la proporción áurea, específicamente en la sucesión de Fibonacci.
  • Las sonatas empleadas por Wolfgang Amadeus Mozart contienen estructuras formales. De igual manera Beethoven lo hizo en la Quinta Sinfonía, más adelante lo hicieron también Debussy y Schubert.
  • En el cine también ocurrió cuando el soviético Serguéi Eisensteins desarrolló El acorazado Potemkin en 1925 e Iván el terrible en 1944.

En efecto, muchas otras obras forman parte de ello, en el Renacimiento especialmente hubo gran énfasis en el uso de la proporción áurea para la creación artística, precisamente por imitar a la naturaleza, donde se encuentran todas ellas.

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