El color más oscuro y sus diversas interpretaciones
Para poder hablar de la evolución del color negro dentro de la historia del arte, debemos comenzar por aclarar que el más oscuro elemento de la paleta es en realidad un reflejo de la total ausencia de luz, y tal vez sea por esta razón que una gran parte de su “vida artística” fue asociado con los sentimientos negativos, la muerte y, desde luego, la oscuridad, dándole un significado completamente opuesto al de su hermano, el blanco, aun cuando ambos son considerados acromáticos. Incluso, durante los siglos XIV y XV la tinta negra tenía un uso restringido, hasta que un par de siglos más tarde, la osadía de artistas como Rubens y Rembrandt llevó a los pintores a usar el color oscuro para dar a sus cuadros el toque que los caracteriza.
El negro presente en el arte rupestre
Si alguna vez quisieras mezclar uno por uno los colores de la paleta, tratando de hallar el negro descubrirás que sin importar cuantas combinaciones intentes, solo conseguirás nuevos tonos de verde, azules más intensos o rojos muy oscuros, así como muchas otras variaciones de cada uno de los primarios y sus combinaciones. Esto se debe a que, para conseguir el negro deberás añadir pigmento del mismo color, o en otras palabras, el negro es un color único.
En las pinturas ancestrales del arte paleolítico, este color era obtenido mediante el carbón o madera quemada, y como podemos observar, era un color dominante, quizás por ser el más fácil de definir sobre una superficie de cualquier otro color.
Los oscuros significados del negro
En su mayoría, las antiguas civilizaciones asociaron el negro a la negatividad y evidentemente a la oscuridad, siendo la representación de todo lo malo. (Lugares como el Inframundo eran definidos en el imaginario de las personas con este color). Aun hoy en día, muchos países usan el negro como señal de luto.
Muy pocas culturas lo consideraron como algo positivo. Tal es el caso de los egipcios, para quienes el negro era sinónimo de fertilidad y riqueza. Más adelante, el mundo comenzó a asociar este oscuro color a la sensualidad y la elegancia, aunque continúa conservando su encantador misterio.
La importancia del negro en la pintura
Una vez perdido el temor hacia el color en cuestión, los artistas descubrieron que gracias a él, la pintura adquiría un realismo mucho mayor, debido a la presencia de sombreados, profundidad y la acentuación de detalles que de otra forma se perdían en los trazos.
Gracias al negro también, aparecieron los cuadros mortecinos, tales como los de Rubens y Rembrandt, que reflejaban la melancolía de una época y que confrontaban al espectador con sus propias emociones oscuras, aquellos rincones ocultos del alma.
El efecto dramático del negro
En el siglo XIX, cuando la mayoría de los artistas rechazaban categóricamente el color oscuro, Manet y su esposa se arriesgaron a usarlo para darle a sus lienzos una maravillosa imagen de fuerza y poder lo cual trajo como resultado la admiración tanto del público como de sus compañeros de época, rompiendo una vez más con el mito de que el negro estaba cargado únicamente de negatividad.
Vincent van Gogh tampoco dudó en hacer uso del negro a la hora de resaltar los contornos o detalles de sus obras, captando la atención de los espectadores exactamente en el punto central de las mismas. (Por cierto, si te gusta Van Gogh, entonces podría interesarte ¿Cómo pintar con la técnica impresionista?)
Erotismo, misterio y fortaleza
Un significado que tal vez se deba a que muchas de las zonas más sensuales de nuestro cuerpo están relacionadas con el negro, especialmente a la hora de representarlas en una pintura, quizás por estar algo escondidas entre la sombra de los pliegues.
Así mismo, la pupila en nuestros ojos, color negro profundo, es la encargada de darles la expresividad con la que podemos transmitir la firmeza o el deseo que esconden nuestros pensamientos, por lo que al plasmar la mirada en un lienzo, la pintura adquiere fuerza y vida.
El negro como elemento de la luz
El color oscuro presente en el arte monocromático
Como bien sabemos, este tipo de representación artística se refiere a el uso de un único color para crear una pintura, valiéndose de las escalas de tonalidades entre la luz y la oscuridad, la cual por supuesto, dependerá de la cantidad de negro que apliquemos al color elegido.
Ahora bien, actualmente contamos con destacados artistas que han desarrollado el arte monocromático tomando como protagonista nada menos que al mismo color negro, considerado por muchos como un verdadero reto ¿o tal vez un acto de rebeldía artística? Tal es el caso del reconocido artista Pierre Soulages, más conocido como “el pintor del negro”, quien desde siempre, sintió más fascinación por el negro que por ningún otro color, siendo los demás bastante escasos en sus obras, lo cual debemos reconocer, despierta mucha curiosidad, especialmente en aquellos que aún no están familiarizados con su trabajo.
El uso de las formas y la luz
Entonces, ¿cómo logra Pierre fascinarnos con su arte? Considerando especialmente que desde hace poco más de 40 años, (desde 1979 para ser exactos) el pintor ha decidido usar únicamente este color para dar vida a sus obras. Si le preguntáramos, seguramente contestaría que el truco está en el uso de la luz.
Y es que Soulages usa los distintos ángulos en que la luz ilumina sus pinturas para crear un sinfín de apreciaciones para la misma. Desde luego, la pintura no es su única herramienta, la variedad de texturas que es capaz de crear sobre las telas son bastante extensas, permitiéndole crear mayor cantidad de efectos, lo cual según el mismo artista le produce satisfacción y le invita al mismo tiempo a aventurarse a experimentar hasta conseguir nuevos resultados.
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Un enfoque oscuro y otro luminoso
Mientras que Soulages sostiene que el negro es el absoluto responsable de expandir la luz dentro de sus obras. Ad Reinhart, otro pintor que decidió elegir el color negro como el único protagonista de sus cuadros, encontró que esta tendencia marco el fin de su arte, pues luego de estas y el vacío reflejado en ellas, su vida se sumió en una tremenda depresión.
Esto nos lleva a pensar que el arte definitivamente tiene una conexión con nuestras almas, del mismo modo que el color negro ha llevado distintas interpretaciones a lo largo de su historia.
El negro en la actualidad
Podemos asegurar que, a pesar de mantenerse firmemente atado a los conceptos de oscuridad, el arte ha aprendido que este “no color” también puede abrir las puertas a la misma luz, a pesar del misterio que le envuelve.
Su capacidad para resaltar con elegancia y fuerza el significado de los demás colores ha invitado a los artistas modernos a usarlo indistintamente en sus obras, especialmente aquellas que están familiarizadas con lo abstracto, debido a lo cual, podemos pensar que el negro aún tiene mucho que aportar dentro de la historia del arte. ¿Te animarías a lucir un cuadro “en negro” en tu hogar?
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